Hace 12 años inicié mi camino en el sector adulto, un mundo donde la exposición pública lo es todo. Mi trayectoria fue breve, de aproximadamente dos años. Sin embargo, durante mucho tiempo después, miles de sitios web compartieron mi contenido sin mi consentimiento.

En su momento, casi 10,000 enlaces inundaban las búsquedas de Google relacionadas con mi nombre artístico. Incluso, una empresa llegó a revelar mi identidad real al notar que ya no recibían el mismo tráfico en sus plataformas.

Entre 2015 y 2025, me enfrenté a contratos abusivos que prácticamente anulaban mi capacidad para exigir la eliminación de mi contenido, incluso cuando seguía los canales formales para solicitarlo.

Cargué durante años con un estigma social difícil de superar y luché incansablemente por limpiar mi reputación en internet. Pero, a pesar de todo, aquí estoy hoy, más fuerte y resiliente que nunca.

Con el tiempo, aprendí los procesos necesarios para recuperar el control de mi vida digital.

Logré que mis imágenes desaparecieran y, con ello, recuperé mi identidad, mi libertad y la oportunidad de empezar de nuevo.

Estoy convencida de que incluso las experiencias más duras nos enseñan lecciones valiosas, y esta no fue la excepción.

Por eso, mi misión es ahora ser un apoyo para quienes enfrentan problemas o incertidumbres en el ámbito digital. Quiero ofrecer soluciones claras, prácticas y efectivas que les permitan hacer lo mismo, recuperar el control de su historia y su vida.